viernes, 21 de noviembre de 2008

CANTOS DE PAZ, AMOR Y ESPERANZA

Walter A. Vidal Tarazona

PRESENTACIÓN

En poesía, ocurren diversas situaciones. Ocurren extremos como los de tener talento poético, pero carecer de recursos técnicos para escribir poesía; o, al revés, contar con la teoría y la técnica poéticas, pero carecer de talento poético. En el primer caso, la situación puede salvarse estudiando la técnica poética de manera académica o mediante la autodidaxia.

Sin embargo, en ciertas circunstancias, el talento poético, aún cuando esté desprovisto de recursos técnicos, se las arregla para dar cuenta de sí. Y la poesía que aflora en tales condiciones no deja de tener su encanto prístino, aunque se halle alejada de toda jardinería, como esas flores silvestres que lucen los campos.

Creo que este es el caso de nuestro cordial amigo Wálter Vidal, compañero de promoción, de la Promoción 56 del glorioso Colegio Nacional “La libertad” de Huaraz. Un hombre en lo personal sencillo, generoso, leal, ajeno a poses y figuraciones. En lo literario, un cantor, de profesión economista, que echa sus versos al aire con esa espontaneidad propia de los juglares de antaño.

El conjunto de poemas que formaban parte de una monografía sobre Llamellín se publica ahora de modo independiente, como un poemario, con el título de Cantos de paz, amor y esperanza, dividido en varias secciones: Tierra y Madre, Hombre y Vida, El Amor, Patria para los Niños, Recodos del recuerdo y Hasta siempre.

En todos estos poemas, la temática que desarrolla Wálter es la del hombre de sierra que se viene a la gran metrópoli de Lima para insertarse en ella, pero no de una forma armónica, sino en permanente conflicto, por obvias razones culturales. De allí la presencia del mar y del paisaje natural y cultural del Ande, elementos con los cuales construye su poesía.

Está la nostalgia del migrante de la provincia en la gran urbe limeña, donde la vida queda encadenada al cemento deshumanizante:

Hoy, mi santa tierra

engalana su belleza,

y más roja que nunca,

fumará sus avellanas…

Remozada la plaza

hoy se habrá llenado

de pallas y apuincas…

Tú, Mama Purísima,

levantarás suavemente

tus manos de magnolia

y bajarás dulcemente

tu mirada candorosa

hasta tu noble pueblo…

Hoy, en este remolino…

lejos de tu manto azul,

encadenados a Lima

terriblemente…

(Mama Purísima, pp. 13,14)

Y así como la situación del que se queda en el lugar natal y no llega a conocer el mar:

Como el río andino que no llegó al mar,

por alumentar y hacer crecer esperanzas,

que se secó por desbrozar caminos…

( A Allshy, p. 29)

la desaparición física de la madre, que es un hecho de lo más desgarrante para todo ser humano, le hace decir a Wálter:

Hoy que vine a escuchar

tu “sé bueno y fuerte, hijo mío”

estás más callada que nunca.

Hoy que quería besar

el color de tus ojos preocupados,

están más vacíos que nunca.

(Madre mía, p.19)

El hombre en su autognosis y Cristo como prototipo de la humanidad emergen del estro de Wálter con su contorno dramático, así como la naturaleza en sus ciegas furias.

Sueña con una patria para los niños:

Para que tus rondas

sean alegres

siempre…

para ti, estos versos.

(Para ti, p.61)

El amor no falta, con su consiguiente sabor amargo cuando se des realiza:

Porque son largos momentos que estamos

gota a gota y paso a paso más juntos,

es que te quiero.

(Brilla un lucero,p.47)

Y si no llegas nunca,

amor.

Y si también la palabra

cansada y vieja

deja de ser útil

para comunicarnos…

(Y si,p.55)

La crítica social, que incluye la crítica al sistema capitalista y al mal uso de su tecnología, a la universidad como centro del saber y a la injusta situación del campesino, etc., tiene clara presencia en su voz:

En mi país la gente es buena

cuando compra;

los niños son excelentes,

con pistolas en el cinto

y tanquecitos en los bolsillos.

(Toma,compra,bota;p)

¿En qué momento

fue cuando mi hijo

dejó ser mi hijo

y se fue tras la TV?

(Grita,país,grita;p………)

Mi universidad

definitivamente sabe poco

de la tristeza regada en las calles,

sin sombra y sin espacio…

(Grita,país,grita;p……..)

Cuando de tu mirada caída

sobre la coca que chacchas

hagamos volar cóndores,

hermano…

(Al indio, p.43)

Un poema muy bien logrado tiene en su CANTO A RAIMONDI, dedicado al sabio ítalo-peruano, cuyo nombre lleva su provincia natal en Ancash:

Jaguares y cóndores

de mi Chavín milenario,

anunciad la entrada

del antipizarro,

que viene no con la espada

desenvainada,

sino con un lápiz,

libretita en mano

y mucho amor en el pecho…

(Canto a Raimondi, p. 37)

No es una poesía de un lenguaje muy trabajado, de versos de arte mayor, de refulgentes metáforas, sino una poesía que responde al arte de la sencillez, con versos de arte menor, que fluye como la voz del pueblo y de esos pequeños torrentes andinos.

El lector encontrará muchas cosas más que degustar en el presente poemario y a él le corresponde el veredicto final de su acierto literario.

NÉSTOR ESPINOZA

Tierra y Madre

Walter A. Vidal Tarazona

MAMA PURÍSIMA

Hoy, mi santa tierra

engalana su belleza;

y más roja que nunca,

fumará sus avellanas

zahumando sus jircas

de Manrish a Yarcán..

Remozada la plaza

hoy se habrá llenado

de pallas y apuincas,

rucus a la defensiva,

pizarros galopantes

bastante majaderos.

Tú, Mama Purísima,

levantarás suavemente

tus manos de magnolia

y bajarás dulcemente

hacia tu noble pueblo

tu mirada candorosa.

Cabildo y tanta jitay

Jaca tzari en la noche,

y con chicha y aloja

otro día, prendimiento,

al bien humillado inca

al fin lo degollarán.

Hoy, tal vez , aquí,

los tiempos agolpados

en nostálgica trenza

nos hará recordar

nuestra estampida.

Nos desarraigamos,

en busca de trabajo;

¡Y no porque quisimos

abandonar el terruño!

Mamita linda.

Hoy, en este remolino

de gelatinosa miseria,

lejos de tu manto azul,

encadenados a Lima,

terriblemente.

Queriendo volver

sin encontrar camino;

queriendo abrazarte

sin encontrar tu regazo.

Queriendo buscar

tu mirada extendida

sobre el trigal de oro

de tu puna de esmeralda.

Tu mirada extendida

sobre el maizal azul

de tus valles fértiles...

Volvamos, tal vez, al fin

a ti, todos tus hijos, allí

como un manojo de amor.

Regresemos, tal vez, a tí

como un canto de vida,

Mamíta Purísima.

TIERRA MÍA

Déjame, bendito sueño,

con tus nubes envolverme,

besar los cabellos verdes

de la fresca Chocopita

y volar a mi tierra.

Tú, suspiro mío, ven acá,

enriédame en tus brazos

y vuela raudamente,

para poder yo mirarla

dormida en el Pahuacoto.

¡Déjenme!, así, un instante

mirar sus verdes eucaliptos,

palpar su colorada tierra

beber su agua de Santa Ana

besar y morder su trigo.

LLAMELLÍN

En el regazo del Ande majestuoso,

por el Puchca y el Marañón abrazada,

tierna se yergue mi tierra colorada

levantando su Pahuacoto amoroso.

Se despierta con el sublime beso

de las espinas de su dorado trigo,

que a despecho de sus riachuelos,

reverdece bello, libre y generoso.

Es un pueblo de noble estirpe;

yo jugué en sus rocas milenarias,

entré dentro de sus chullpas frías,

y escuché el habla de sus ahuilus[1].

En sus lejanos molinos de piedra,

girando sus noches de luna llena,

algún ichic ollguy[2] tapaba el agua

o algún apallimé[3] caía en la tolva.

Yo chacché la coca de Caruajuana[4],

por mi carne delirante alguna vez

habría recorrido algún cuy cautivo

en las manos de Comá Mañuca[5].

Cuando la lluvia lavaba sus calles,

desde su rostro de papa colorada,

una leve pachamanca de fragancias

sahumaba el aire en los eucaliptos.

Cómo extraño su estío de mazorcas

trenzadas, hoy colgadas en el tiempo;

los sudorosos mugidos en las chacras

andando los rastrojos del recuerdo.

2

Cuando por tus tejas

se deslizaban hilitos de plata

y como palomitas caían

a limpiar tus arrugas de grana,

los aces y las ñapanchas

no llegaban aún, a Dios gracias,

a matar los pececillos

de tus cantarines riachuelos.

¡Oh, cómo te deleitaba

el dulce arrullo de la lluvia!

Cuando el sol caía radiante,

encendiendo tus casas de púrpura,

el empedrado de tus callecitas

otra vez, brillaban como el capulí;

otra vez, entonces, pedías al cielo

sus aguas frescas para tu cuerpo.

¡Ah, cómo saboreabas

la lluvia y su fragancia!

MADRE MÍA

Hoy que tengo en mis manos

este geranio de mis venas,

hoy que he quitado

este pan nuestro a otro hijo,

hoy que espero

la cristalina epifanía

de tu silencioso cuerpo,

madre, madre mía,

estás más ausente que nunca.

Hoy que vine a escuchar

tu “sé bueno y fuerte hijo mío”,

estás más callada que nunca.

Hoy que quería besar

el color de tus ojos preocupados,

están más vacíos que nunca.

Ese color de tus ojos

que naufragaban en un mar

de tibia luz, madre;

este geranio de mi sangre,

este pan robado

y esta pena en mis manos,

madre, madre mía

están más tristes que nunca.

Seguro que tú también

sientes pena a esta hora,

pero nada sabes

del ramo de mi sangre

ni sabes de esta mi pena

por el pan nuestro

robado cada día.

PENANDO

Una noche me llené de pena

mortalmente.

Aquella noche envejecí.

El viento golpeaba mi aliento

y en tenue gemido,

el corral y el patio recorrió.

Arando con mis dedos

las calles frías y vacías

llegué hasta el panteón...

Por su tapia adelgazada,

los huecos enfriados en elipse,

dejaban pasar a mis ojos,

caras blancas de almas negras

como calaveras de burro.

Clavado en el muro del camino

con las piernas sacudiendo

e inundada la boca…

miré que no eran calaveras

ni blancas cabezas de burro.

Lamida por el tiempo,

la pared dejaba por sus huecos

la imagen de los cipreses secos,

en arcos y coronas desteñidas,

en su lobreguez fatal.

Entonces recogí mi cuerpo,

y regresé con el viento

por la iglesia, la plaza

a mi casa...

con las penas del alma

cediendo al miedo.

Pero aquella noche envejecí.

Aulló el rudo zaguán

también los perros en la calle,

tal vez un buho en el eucalipto;

al cruzar el patio

una lechuza aleteó en mi hombro

y, cerca o lejos,

no sé, también un chushej

soltó su largo y tenebroso grito,

aquella noche en que envejecí.

2

¿Cómo pintar

esta silenciosa lluvia?

cantarle algo a la vida

¡Oh cuánto quisiera ...!

Soledad,

enséñame a no mentir,

estoy vacío y llorando

¡queriendo gritar y ya!.

Morir y nacer

la tarde escuálida.

Por nada,

por todo

reir y llorar.

Vivir y soñar

a borbotones,

cuánto quisiera,

¿no soledad?.

Pero mi corazón

de pena

se está apagando.

ATARDECE…

Hoy gotea la tarde

de mis ojos;

hoy, lejos de tu aliento

ayer

hoy

siempre.

Siempre tu voz,

tu voz sin voz.

Siempre tus cumbres,

el río viejo

y el maizal azul.

CHOLITA

Sobre el puquial

de mis ensueños,

a las ondas del arpa,

de mi tierra andina,

al rítmico galope

del corcel de oro,

en dulce melodía,

en esta hora difícil

para mí, por cierto,

voy en busca

de mi linda cholita

tierna y de canela

de huarapo y miel.

2

Como delicia

de madrugada

es tu mirada

tierna caricia

Como capullo

en una rosita

en tu boquita

hay un arrullo

Tiernos ojitos

lindo capulí

Tiernos senos

linda cuculí

TARUGUITO

Taruguito de mis punas

de tierna y dulce mirada,

si tus ojos me cautivan

porqué no nos vamos

con el viento.

Choclito de cabellos de oro

de mi chacra que dejé llorando,

si tus dientes ya crecieron

porqué no mordizquean

mis penas.

Gorrioncillo mensajero

del camino ribeteado de pencas,

si sabes que ella me espera

porqué no me prestas

tus alitas.

Agüita de Cajón Rajra,

espejito de mis ensueños,

si en tí tendí mi cuerpo entero

porqué cuando cantas

no cantas mi regreso.

CUANDO EL AIRE ENVENENADO

¡Ay mi colorada y santa tierra!

En tus haraposos eucaliptos,

ya no están hoy los ruiseñores

más bellos de estas punas.

Perseveran,sin embargo,hilachando

sus sienes achacosos y amarillados,

los diminutos y ágiles picaflores,

desde Ajos-ucru hasta Santa Ana.

Supongo que también las paca pacas

siguen escondiéndose en las ramas

de los eucaliptos de Paccharajra.

¿Necesitaremos el responso del buho

cuando el aire envenenado llegue

desde las minas y las ciudades?.

Hombre y Vida

Walter A. Vidal Tarazona

ALMANZOR

Para regar la “siempre viva”

anidada en el recuerdo azul”

de tus alumnos,

para que recojas un manojo

de su siembra…

aquí estamos, maestro,

cantando tu “excelsior

a la juventud estudiosa”.

En la ciudad de los

collares de nieve

que presumida

te miró a los ojos

para abrir su corazón

de zafiro y nieve…

aquí, con nuestras lecciones

empolvadas de nostalgia

bajo el brazo…

aquí estamos para beber

de tus palabras

el sabio acento,

el brillante estilo.

Mis sueños me dicen que caminas

más elegante que nunca

las noches serenas,

encendiendo las estrellas,

insuflando paz y esperanza,

trovando el amor amargo…

Mis sueños me dicen también

que somos aquellos

tus “lebreles de oro… perdidos

en la písta rítmica del tiempo”.

Y si no me engañan mis sueños,

¡maestro libertano!,

estamos después de medio siglo

buscándote debajo del balcón

de tu idilio imposible

para oir los versos

más sonoros de tus labios,

para recibir las expresiones

más dulces de tu mirada,

los saberes más maduros

de la vida.

A ti, maestro libertano,

a ti que eres

fortaleza y belleza

presencia y ausencia,

para que reverdezca

la “siempre viva”

de nuestra amistad,

para ti, este “Excelsior

a Almanzor Bocanegra”.

31 DE MAYO

¿Qué es ese lejano

ronco

sordo

hondo

bramido que se atora

helando la sonrisa tierna

y jalquina?

¿Acaso la tierra

sacudirse quiere así

de tanta miseria?

¿Tal vez algún monstruo

quiere romper el suelo?.

Debajo de sus pelados

piecesitos de chancaca,

ahí, dentro del suelo, cerca

sentía resoplar a la bestia,

que sin embargo

no aparecía.

Pronto se zarandean

rocas

chozas

ovejas...

¡Todo, Taita Dios, todo!.

Sus ojitos clavados al camino

por donde hoy madrugaron

papá y mamá

sólo vieron levantarse

negras capas de tierra.

¡Mama Pacha!

¡no te quiebres!

Y la tierra, ¡ay!, siguió temblando.

Aquel 31 de mayo,

cuando todo se acababa

sin terminar nunca,

por fin, de su garganta

se desató un tierno y viejo

¡Mamiiiita! Maaa...

El grito se estrelló

en el negro firmamento,

ahogándose en las rocas

donde no estaban ya

ni los cóndores más machos

ni los ahuilus más sabios.

Sólo entonces y solo,

con su sombrerito bajo el brazo

cayó de rodillas,

sin saber si su puna

había parido una fiera,

o los Andes reñían con el cielo;

sin saber si moría su sueño

o si soñaba su muerte.

Sólo entonces y sola,

la noche,

más callada que nunca

llegó derramando

un puñado de cansancio

con olor a muerte.

Se cerraron sus ojitos,

Se hincharon también

y en un nuevo despertar

por las calles de Huarás,

su carita de papa rosada

sus piecesitos de chancaca

su tierna y limpia sonrisa

se iluminaron,

se iluminaron al encontrar

a papá y a mamá

envueltos en una bandera

de sangre y nieve.

Recuerdo que inflaste tu pecho,

levantaste tu puño,

ese puño de Atusparia.

¡Basta!, gritaste

¡No tiembles Huascarán!

2

Has llorado Huascarán

hasta rasgar tu misma entraña.

Has llorado otra vez

ahogando el grito de tu garganta

con las suicidas lágrimas de tus ojos.

Has llorado, en fin,

hasta sepultar a tus propios hijos.

¿Por qué?

¿No bastaba tu blanca sonrisa

para arrancarle justicia al cielo?

¿O tus rosadas mejillas

en madrugadas de sol?.

O les das sepultura

en tu propia entraña

porque no quieres verlos

morir de hambre.

¿Por qué lloras, Huascarán,

hasta rasgar tu misma entraña?

Ahí está Ranrajirca

otra herida negra

hecho dolor en tu garganta.

No llores más, Huascarán,

que vendrán algún día

Pan

Tierra

Justicia

¡No llores

hasta rasgar tu misma entraña!

CANTO A RAIMONDI

Canto I

Si me voy de aquí

en una noche de Octubre,

si mis dibujos se quedan solos

dispón, entonces, mi Dios

que mis obras corran

la suerte del Perú.

Si me voy de aquí

de San Pedro de Lloc,

si mis pies se quedan fríos

dispón, entonces, mi Dios

que los chicos recorran

los caminos del Perú.

Si me voy de aquí

de mi segunda patria.

Si mi café se derrama

dispón, entonces, mi Dios

que mi cactus escale

los cielos del Huascarán.

Si me voy,

pueblitos empedrados;

si me voy,

casonas enlucidas,

dispongan

que los cántaros se llenen

que mis huesos no se toquen,

si me voy de este suelo, Señor.

Canto II

Huarangos.

Cantos rodados

de cantarinos valles,

¡Callad! un instante

que por aquí pasó

Huiragotza Raimondi.

Quenuales,

apagadas chozas

de humeantes cumbres,

¡Mirad! un momento

que por aquí pasó


Huiragotza Raimondi.

Callecitas estrechas

de veredas derretidas,

casitas de paja o teja

de paredes de yeso

¡Recordad! un momento

aquella tarde mojada

con gotitas de tristeza

de Huiragotza Raimondi.

Canto III

Yo canto al lombardo

con la vida y el amor,

canto con humildad

al gigante

que desde los llanos del Po

montó las olas del Océano

para llegar a mi tierra colorada

con ternura de hijo

dulce y sabio.

Y canto también aquella flor

robusta y noble

mutilada por crecer bella,

le canto porque fue la puya

de Antonio Raimondi.

Canto IV

Jaguares y cóndores

de mi Chavín milenario,

anunciad la entrada

del antipizarro;

que viene no con la espada

desenvainada

sino con un lápiz,

libretita en mano

y mucho amor en el pecho.

¡Abrid las puertas

de los templos!

Anunciad a los dioses

de los Waris y los Incas

a los manes de Yarcán y Tinyash

que ha llegado un enviado

de Virgilio

Un viajero de los cielos cisalpinos

y no para vaciar las entrañas

de nuestra Mama Pacha

sino con un mensaje

de paz

amor

y trabajo.

VIERNES SANTO

Azotaron tu carne

tu carne de tierra

de dolor

pena

hambre

sed

Te escupieron

rasgaron tus sienes

clavaron tus manos.

Tú, Maestro, besaste

tu agonía de sudor y sangre,

tu dolor negro e inmenso.

Metieron la muerte por tu pecho

y Tú, Hombre, la acariciaste.

Te despreciaron

y tú te compadeciste de su miseria.

Te mataron

y tú, Dios, al fin

viviste.

NAVIDAD GLOBAL

Encadenado en las rocas del Cáucaso

le dolía la miseria humana a Prometeo;

más que su pecho herido en el Gólgota

la miseria también le dolía a Jesús.

A éste en la realidad, a aquel en el mito

les dolió el dolor y la pobreza.

Por querer vencer la ignorancia

enseñando a trabajar la tierra,

los dioses lo encadenaron a aquel;

y sólo por querer vencer la maldad

enseñando el amor y la verdad,

los hombres lo crucificaron al otro.

Aquellos lo hicieron por venganza

éstos, simplemente por poderosos.

Si el águila no llegó a comerlo

si la lanza no logró matarlo allí,

igual, fue preciso morir para vivir.

Y si para enseñar la verdad

tuvo que dolerles el hombre,

si para enseñarles la justicia

tuvo que dolerles el hambre,

igual, fue preciso morir para vivir.

Tiene que dolernos la miseria

para hacer humo al diario chicha,

y tiene que dolernos la ignorancia

para disolver la basura en la TV.

Tiene que dolernos la corrupción;

precisa, hermanos, para vivir.

Él, que jamás escribió un libro

Él, que no fue la universidad,

Él, Cristo, que hizo de su vida

una enseñaza y un aprendizaje,

hoy, esta noche blanca del 2000,

vive en este mundo un siglo más.

Cree en la educación salvadora.

Él aprendió la sabiduría eterna.

El amor ilumina desde el cielo,

con las luces de la sabiduría,

para que la paz se globalice.

AL HOMBRE

Soy libre, y no temo

Sé y conozco, y no dudo

Soy sano y fuerte, y no odio.

He construido un mundo

sorprendente

complejo

artificial...

y construir todavía puedo

una sociedad sin opresión

ni explotación.

Audaz conocimiento

sentimiento eterno y tierno

soy capaz de humanizar

las ciencias y las tecnologías.

Soberano de mi creación,

la educación en mí

es un proyecto histórico

en la era del conocimiento

Porque soy libre,

porque sé y conozco,

porque soy espíritu,

amo divinamente,

soy sano y fuerte.

A LA VIDA

No un rojo y muerto desierto,

no al infernal huayco clonado

arrastrando árboles y tierra.

Globalizar un beso surcando el aire,

el saber no supeditado

por la embriagante tecnología.

¿Quisimos calentar y enfriar el mundo?

¿el aire ennegreciendo las avenidas?

¿queremos que globalicen el hambre?.

Mundialicemos el amor y la paloma

sin envenenar su agua y su trigo.

2

¿Te atreves a tumbar

el árbol con el nido?.

Deja que la vida siga viviendo

así sea en sus ciudades con su ruido

y su tonto apuro.

Pero no dejes más a las gorriones

desnudar su sed en el cemento

encharcado de ácidos y gasolina.

AL INDIO

Cuando de tus recias manos

que estrujan la tierra

con maldición y cariño

hagamos parir un puma,

Hermano.

Cuando de tu mirada caída

sobre la coca que chacchas

hagamos volar cóndores,

Hermano.

Cuando de tu garganta

que soporta el dolor de siglos

se escape un solo grito

entonces, sólo entonces,

Hermano,

se arrancará tu libertad,

se alzarán los brazos de Kotoch

lloverán las piedras de Tinyash,

sonarán los cielos del Cuzco.

y llegará el amanecer,

Hermano.

El Amor

Walter A. Vidal Tarazon

Cuando el cielo pinta

un atardecer de colores

es para darle un beso al mar,

cuando tu carita enciende

una dulce sonrisa,

¿para quién es...?

BRILLA EL LUCERO

Nuestras miradas se abrazaron

y al juntarse temblorosos nuestros labios,

en mi pecho, brilla un lucero.

Porque noche tras noche

percibo el murmullo de tu cuerpo

con el mar recogiendo sus ondas azules.

Porque son largos momentos que estamos

gota a gota y paso a paso más juntos

es que te quiero.

UN VIEJO SONETO

Como pajarillo herido y sin madre

en este negro silencio, desesperado,

mi aliento araña y estruja tu nombre,

a esta hora, en tu recuerdo enredado.

Para decirte que estás en mi siempre

te escribo este mi soneto empolvado

hoy que mi labio se ha hecho lumbre

hoy que chorrea mi llanto enlutado.

Mientras mis ojos sepúltanse en agua

algo dentro de mí muere como suspiro,

las horas mi dolor trillan en fragua.

Dónde estás corazón que ya no te miro,

vienes a mí como un abrazo por pascua,

como olita de luz siempre en retiro.

VEN

Ven en esta lágrima salada

ven a esta hora de sangre

ven amor

con tu mojado llanto

a abrazar mi dolor

distante

Ven a asomar tu frente

al fuego de mi sangre

cuarteada

en mis labios sedientos

Ven y ve

que Lima parece rara

con un ojo hinchado

fuma una nube oscura

echa un olor a vinagre

sobre azoteas

sobre avenidas

árboles cocacolas

Ven y ve

aquellos carritos

en rosario silencioso

lento como la noche

que se ennegrece

prendiendo y apagando

el latido en mi pecho

prendiendo y apagando

avisos luminosos

con colores de tus ojos

Ven a tejer con mis dedos

ese nido de golondrinas

que soñábamos ayer

colguémoslo en la ventana

junto con nuestras frentes

para enfriar esta hoguera

en los ojos

Ven en esta lágrima salada

Ven a esta hora de sangre

Ven amor ven.

DULCE NIÑA

Para ti dulce niña

para ti que eres poesía

para ti, esta mañanita

en un suspiro he anidado.

Para siempre buscarte

y en Dios creer luego

si me miran tus ojos

si escucho tu voz

Aquí estoy con la madrugada

aquí, con la luz tierna

con el aroma de las flores.

Estoy con mis manos

estoy con mis lágrimas

Con mis labios, mis pasos

buscándote

escuchándote

soñándote

de mundo en mundo.

Paso a paso,

qué dulce eres.

RONDA NOCTURNA

Cómo quisiera, de esta noche, decir

que es una noche blanca y perfumada,

que este silencio de hiena no es nada,

que la duda no inca el alma, ni duele.

Pero cómo decir “mi amor” si estoy

mirando desde fuera por la ventana

sólo el teléfono que calla su cansancio

con mi espalda esperando un hierro.

Recorreré la manzana cuatro veces

encapsulado en mi volswagen rojo

para no oír gritos en el aire podrido.

Como quisiera, de esta noche, decir,

decir que será noche blanca y dulce;

pero tu ausencia me hiere el alma.

NO SE SI...

No sé si hoy el amor baje

a las quebradas de su cuerpo

o sólo se pose en las gélidas

arrugas de su frente.

Sé que otra vez esta noche

cruzaré la salida del húmedo

callejón permanentemente fumona

y que clavaré mi carro envejecido

delante de las rejas que la quinta

ventila los haraposos

cuerpos que salen a la calle.

No sé si hoy esté suelta

la puerta casi apolillada,

mugrosa, esperando silente

las yemas de mis dedos.

Mientras tome el té olvidado

o el ponche con canela

en la pocilga que encapsula

nuestro silencio casi agotado,

no sé si volverán a encresparse

los caídos senos de alabastro.

Cuando mañana en los recodos

del tiempo y del sofá arañado

que dócil resiste el peso doblado

mirando estaré aún sus ojos.

No sé, por fin, si este es el amor

que se va a globalizar mañana.

Sin embargo, será preferible,

tal vez, que jamás esté ausente.

OTRA VEZ

Otra vez amanecido

está mi atardecer lento,

otra vez las campanas...

tu voz y tus ojos.

Otra vez los colores en ondas

como tus cabellos en el aire,

como tu carita, mi vida,

cuando labra una sonrisa.

Otra vez han amanecido

los niños

las flores

las golondrinas.

Otra vez, tú también,

has amanecido, Lucero.

Y SI...

Y si dormido siento

derretirse por gotas

la luz; la vida.

Y si no llegas nunca,

amor.

Y si también la palabra

cansada y vieja

deja de ser útil

para comunicarnos...

2

No importa si la vida no pudimos

construirla como queríamos.

Importa que llegues,

aunque no hablemos;

estaremos juntos

con los niños y las flores.

3

Que conste

en el jardín de los sueños

tus manos y las magnolias.

Que conste

en tus ojos del color de la tarde

tus cabellos enredados en mí

Que conste

que te espero

todavía.

4

Porque comulgamos

con la luna blanca

una noche de mar y arpegios.

Porque en cada tarde que llega

hay un corazón que suena

como el mar en el acantilado.

Porque gota a gota

más dulces eran tus besos.

Porque suspiro y te busco.

Porque he llorado de amor

y tu habrás llorado también

es que te quise.

EN VERANO

Allá

Afuera

Lejos

Detrás de los vidrios gruesos

el mar se quita sus velos que cuelgan del cielo

la brisa que aquí no se siente perfuma los humos

de las grises fábricas

hasta el sol añade su belleza al beso azul

de los dorados rizos del verano.

Aquí

Arriba

Adentro

en el catorce del ministerio

el verano ha pintado las piernas de canela y los pechos de nácar

de las chicas que se levantan los versos sudorosos

ahogando los suspiros que mimbran en los labios y los ojos deseosos.

También dentro de mí

la margarita que dormía en blanca paz se ha despojado

de sus dos vocales y sus dos consonantes del medio y se ha quedado simplemente con su chompita amarilla y au cortita falda azul de mar

Una Patria para los Niños

Walter A. Vidal Tarazona

PARA TI

Para ti, criatura

para ti, que abiertas

tienes las manitos azules

Al calor del amor

A la luz del saber

A la vida,

Para ti, que eres flor

Y eres amanecer,

Para ti, estos versos.

Para que tus rondas

sean alegres

siempre

Para que tu sonrisa

jamás se marchite,

y el dulce encanto

de tu inocencia

sea un mensaje de paz,

para ti, estos versos.

Hoy en el día del niño

lleno mi alma de ti

mis ojos bañados en luz,

dame tu manita azul,

para salir a la Alameda

y cantar la alegría.

UNA VOZ

Una voz

que araña el silencio

y gime

es la voz que nos llama

Una voz

que es canto de paz

y amor

es la voz que nos llama

Una voz

que es viento y trueno

es la voz que nos llama

Es la voz que se alza

como Lázaro

hecho cóndor.

TOMA, COMPRA, BOTA

En mi país la gente es buena

cuando compra;

los niños son excelentes,

con pistolas en el cinto

y tanquecitos en los bolsillos.

En mi país eres gente

cuando tomas cerveza,

cuando comes pavo en navidad,

cuando compras, con tarjeta dorada,

vestidos diminutos a tu mujer.

En mi ciudad se vive bien

cuando botas

cuando gritas

cuando escupes

y eres baboso.

GRITA, PAIS, GRITA

Hoy que gotea

sobre la tarde gris

este sentimiento azul,

ni una guirnalda verde

hay sobre la Tierra,

ni una paloma blanca

cruza el tiempo viejo.

Tal vez mañana, paso a paso,

lleguen nuevas sangres

por nuestros acigos

hasta nuestras carnes

a escuchar el grito

hecho dolor en mi garganta.

Entonces, unidos

nuestros hijos alzarán sus voces

para que no arranquen

los ojos que empiezan

a distinguir la verdad,

para que no corten

las manos que empiezan

a coger su libertad.

Hoy que gotea

sobre la tarde gris

este sentimiento azul

gritemos por el hombre.

2

Ciudadanos sin nación,

menos valorados cada vez

¿qué está pasando en este país?

El comercio engorda el consumo,

la producción adelgaza

y la inversión envejece. (¿

¿Por qué se bombardea el mercado

con desnudas, con armas y pesticidas?

El pobre muere, la pobreza no.

Siempre el dos por ciento

sentado en la punta se lleva

no el 2, sino el 20 por ciento;

y otra vez, como el 30,

el mundo se especula.

Señor ministro de economía

alcanza ya al pobre de tu país

los ingresos para que gaste.

Los mismos ricos derrochadores

no están invirtiendo su dinero.

Señor ministro de educación

Forme ya el capital humano

y camine nuestra nación.

3

No sé si el país que me duele

a pedazos, fue el país de Olaya;

o el país en el corazón de Grau

y de Cáceres y de Juan Velasco.

Aún no sé del país que quiere

el indio hoy en el cholo Toledo.

Sólo sé del país que le quitaron

de su brazo al gran Manco Inca;

Yo si tengo una idea de país

que quiero dejar para mis hijos.

Lo quiero con sus ichus verdes

con su mar cada día más azul.

Con sus piedras bien puestas

en Yarcán, Tinyash, Kotoch

y todos los sacsaihuamanes.

4

Mi universidad

definitivamente sabe poco

de la tristeza regada en las calles

No habla del miedo

de la perdiz acechada por la dinamita

buscando una hilacha de agua buena.

No ha contemplado

un día deshojado en los picachos del Ande.

No produce conocimientos,

sus profesores,intermediarios de saberes

producidos en los centros poderosos,

ganan una miseria.

5

¿En qué momento

fue cuando mi hijo

dejó de ser mi hijo

y se fue tras la TV?

¿En qué momento

la perdí a mi hija

por el atroz ruido

que no nos dejó

escucharnos más?

El momento preciso

que dejamos de ser,

no lo sé, por Dios.

NADA

Qué harán nuestros ojos

sin los colores que floten

los pómulos escarpados

de cima a sima...

El cuerpo sin su camisa,

el plato sin la hierba buena

en la sopa de papas...

El aire ensuciado,

el pobre todavía más pobre

y el rico ya sin nada...

Si no cambia el mundo

de cambio total hoy

todo habrá sido nada.

Recodos del recuerdo

Walter A. Vidal Tarazona

EL SAUCE

A lo lejos

en el angosto camino

un sauce solitario llora

como un alma cansada

juntando sus ramas.

El sauce llora

con el solo consuelo

de sus dos nidos vacíos

de los pájaros que volaron

al cielo, sin retorno.

De rodillas

al borde del río seco

el sauce llorón pide al cielo

que sus bellos pajaritos vuelvan

a su opaco nido.

COLCA

Caminando por la apacible senda

de las soledades de mi mente

he llegado, al fin, esta noche

a un atardecer colquino.

Al mismo muro desde donde

yo contemplaba en mis tardes

aquellas nubecillas de oroplata

encrespándose en el cielo azul,

mientras abajo, allá en el valle

iban ennegreciéndose lentamente

las taras, los molles,

el verdor de los pacaes y paltos,

al son del sordo y tímido zumbido

de las abejitas y los oronguyes

en ritual regreso a sus celdas.

He percibido también esta tarde

aquel aire sin edad ni distancia

impregnado de cañas y trapiche

de shahuintos y limones.

Diría yo que estoy borracho

con aquel viento y el huarapo,

y con aquella mágica alquimia

de sabor, olor, color y sonido.

Cientos de papagayos levantan

sus vuelos al aire desde las tunas

y los maízales,para cruzar alto

la vieja casona, y volar

por los cañaverales y el río,

para hacer estrepitar sus voces

en las pétreas grietas del Carí.

Mi oído se sinfoniza con el aire,

con los chiyanpuyes y la noche

yo diría que, aquí, cerca de mí,

el tenue musitar del río.

La salvaje sinfonía concluirá

con el ulular de los huarangos,

en el rechinar de los eucaliptos

y en el gemir de los platanales.

Y aquí, muy cerca, finalmente,

en algún rincón de mi mente,

aún distingo aquellas sombras,

cubriendo lento el valle entero,

sus cerros, sus chirimoyos

quizá con unos cuantos zorros,

talvez también con palomas.

Algún quenquén despistado

despide todavía con un tañido

a Colca y mi vida.

ATARDECE

Cuando la tarde

en agonía va entrando

y cansado

me siento a descansar,

en las verdes ramas,

alabando al Creador,

las palomas

empiezan a cantar.

Moscones y abejas

de las flores del valle

zumbando

a dormir van volviendo;

cuando los quenquenes

van cesando de cantar,

los chiyampuyes

empiezan a chirriar.

Al canto monótono

del turbio Marañón

que repta por el valle,

con delicado perfume

y mil caricias,

el aire va secando

de mi frente el sudor

Gimen los eucaliptos

y los sauces, con el viento;

se apagan en el cielo

los colores,

y se visten de negro

los huarangos, las taras

y también el platanal.

MAUSER

Ya el día, Mauser,

agonizó en las taras

y huarangos;

el río y el aire,

ensayan algo así

como un responso.

La noche, Mauser,

de sombras se ha llenado,

de sombras de pumas

de buhos y paca-pacas.

Y te toca ladrar.

Recorrer las playas

y los caminos cansados.

Tal vez, hoy, aulles,

viejo compañero mío,

porque los machos

también necesitamos

llorar por algo.

Así, eso es, sal, amigo,

taladra con tu voz

el valle y su misterio;

salta las tapias y acequias,

entra al maizal y su negrura,

entre las cañas y chirimoyos

deslízate hasta la playa.

Y allí, junto al río,

frente a las rocas del Carí

ladra, Mauser, fuerte;

que te escuchen los papagayos,

que huyan las “ucu-marias”,

que se limpien los murciélagos.

Que salgan los “ahuilus”

de sus chullpas milenarias.

Y que se calle,

que se calle un instante,

el apacible Marañón.

AL HUARAZ PERDIDO

Cuando me miraste

mis ojos se clavaron

en el uniforme azul

con sus botones albos

que ya no lo usas.

El recuerdo voló

al Huaraz perdido

Cuando me miraste

la ciudad perdió,

por un momento, su tonto apuro

y su feroz ruido.

Los pensamientos

se agolparon a borbotones.

Cuando me miraste

tu mejilla ya no era

chancaca, ni capulí

eran tus lindos ojos.

La vida se marcha de prisa;

el recuerdo, lento,al pasado.

SARIA

Con la niebla te perdiste

como una paloma gris

remirándome a los ojos

Me quedé allí mismo, Saria

besando el silencio vacío

me quedé conmigo mismo

aún amándote de reojo.

Pero aún pienso que mañana

al sepultarse el sol en el mar

guardarás tal vez un minuto

en tu silencio, y te perderás.

2

Cae la tarde mojada

con tenues lágrimas

y tú no estás.

El bosque me mira

con sus ojos vacíos

y tú no estás.

La tierra redobla

y el cielo se rompe

y tú no estás.

Estrujo de mi sangre

un puñado de fuerza

para ver

y tu no estás.

Un tren de dolor

pasa por mi cuerpo

y tú no estás.

… A LA CANTUTA

Tú y aquellos jilgueritos

que alegres se derramaban

sobre las frescas margaritas

desde el fragante eucalipto

todas las mañanitas

¿se acordarán, alguna vez,

de este soñador chaimanta?.

2

Junto al tren

de todas las noches

que llorando pasa

como niño sin sueño

y sin madre

te recordaré siempre.

Hasta siempre

Walter A. Vidal Tarazona

AUSENTE

Me levantaré temprano

cogeré un ramo de poemas

y nos iremos a misa.

Tendrá forma y luz

del amanecer barranquino

de sus parques y del mar.

Estará hermoso pero triste

retendrá su color andino

pero no llorará más, madre

ni será tan gris como hoy.

Junto al templo y al puente

frente al mar y el parque

le esperaremos, también

a mi hermano ausente.

ESPIGAS

He venido

hoy hermano

a buscar tu silencio.

A contarte

de la ciudad

humeando de basura.

De nuestra tierra

que también está violada

por las máquinas que tosen.

Su aire, su suelo, su agua

terriblemente envenenadas

la ciudad desencajada y triste.

Sin embargo no vine con esta flor

aquí donde yaces en silencio

para exprimir una lágrima.

Vine en busca de aquella alegría

que cristalina se escurría

por el alfalfar azul.

Vine con mi horqueta a ventear

algún trigo desparramado

en la era del recuerdo.

Y a buscar también el viento

que ya no soplará más

las espigas del dolor.

EL MAR

Distante cuerpo de oro y sangre

en las azulinas lágrimas reflejada

¡descubre ya mi pena encrespada!

Espadas de fuego que sepultura

en el inmenso mar van cavando

¡acá tienen un corazón blando!

Febril caricia entre las palmeras

la de la púrpura en pálido brillo

la de la luna en silencioso llanto

Oh, disco radiante de sangre y oro

que en el mar te sepultas gigante,

tienes mi corazón aquí, ¡adelante!

Rasgados tañidos que el viento

tiempla, dobla, sopla y estruja

¡Oh sollozo de las cosas viejas!

¡Oh tristeza, llanto y dolor suaves!

Aquí, mi alma pequeña, tal vez,

sangra al borde de su sepultura.

REENCUENTRO

Levanto mis manos,

empuño un grito.

A tierra bajo mi cabeza,

pego mis rodillas al suelo

y en silencio me llamo.

Libre, al fin, me hallo

viviendo mi amor eterno.

índice

TIERRA Y MADRE . . . . . . . . . . 11

HOMBRE Y VIDA . . . . . . . . . . 27

EL AMOR . . . . . . . . . . 43

PATRIA PARA LOS NIÑOS . . . . . . . 57

RECODOS DEL RECUERDO . . . . . . . 67

HASTA SIEMPRE . . . . . . . . 77



[1] La traducción literal de “ahuilu” al castellano es “abuelo”. En la mitología del lugar, los ahuilus son espíritus ancestrales que anidan en los cerros. A ellos se acude en busca de sus sabios consejos.

[2] Hombre chiquito, su traducción literal. Duendecillo que aparece en los pantanos y lugares especiales.

[3] Duendecillo muy pequeñito con cara de bebe, pero bastante pesado, cuyo gusto es hacerse cargar.

[4] Famosísima bruja que vivía en las alturas de Carua (Llamellín)

[5] Una sabia curandera que utilizaba el cuy para diagnostir el mal.

Http://www.huascaran-international.com's Fan Box

Por la periodista huanuquena: YULIA LUNA

REPRESIÓN EN PERÚ

EN ESTE PAÍS DONDE ESTÁ PROHIBIDO UNA HUELGA, ESTÁ PROHIBIDODEFENDER TUS DERECHOS, ESTÁ PROHIBIDO PROTESTAR Y DECIR NO A LOS ABUSOS, Y DONDE TODOS PERMANECEMOS CALLADOS..MIENTRAS

EL GOBIERNO MANEJA LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN..TODOS SEGUIMOS

CALLADOS ANTE UN GENOCIDIOLAS COMUNIDADES INDÍGENAS DEFIENDEN SUS TIERRAS Y QUIEN LOS DEFIENDE A ELLOS??? QUIEN DEFIENDE A LOS PERUANOS? ESTO PASA CON QUIENES SE ATREVEN A PROTESTAR O DEFENDER SUS DERECHOS TE PRESENTO A MELANIO: FOTO DEL DIA DE SU NECROPSIA SI FALLECIO POR UNA HERIDA DE BALA MIENTRAS PERMANECIA DETENIDO POR DEFENDER SUS DERECHOS EL QUIEN TUVO EL VALOR DE SALIR Y DEFENDER NUESTROS DERECHOS SIN DEJARSE REPRIMIR... AHORA YA NO ESTA PERUANOS MATANDO PERUANOS ..EL GOBIERNO NO PUEDE OCULTAR TANTAS TUMBAS ¡DONDE

ESTAN LOS DERECHOS HUMANOS!

BASTA YA!!

LA MATANZA DE BAGUA

Solidaricémonos con los nativos del amazonas que hoy han sido masacrado por orden de este gobierno que no es capaz de escuchar y dialogar, solo está pensando en vender todas nuestras riquezas a inversionistas extranjeros sin tener en cuenta que la selva peruana es el

PULMON DEL MUNDO ES UNA RESERVA QUE NO DEBE SER NEGOCIADA BAJO NINGUN CONCEPTO.NO SE PUEDEN VENDER LOS PULMONES DEL MUNDO, los nativos de la selva están defendiendo su lugar de origen que los dejen vivir en paz, cuidando nuestro ecosistema y sus hogares, es cierto la selva es de todos los peruanos por ello debemos defenderla.Hoy el gobierno ha mandado a las fuerzas armadas a que exterminen a los dirigentes de estas comunidades, están apareciendo muertos en las carreteras y en otros lugares, están baleando a la población entera sin importar el derecho a la vida, niños están cayendo en esta masacre.Informémonos más y hagamos una cadena de solidaridad, tiene que terminar esta lucha,hagamos algo por nuestro Perú envía este mensaje a todos tus contactos. No consintamos que se venda la selva y que luego la talen la exploten y la dejen como un desierto,.no permitamos que acaben con nuestra selva.

NO PERMITAMOS QUE ESTAS MATANZAS QUEDEN IMPUNES POR ESO REENVÍA ESTE CORREO A TODOS TUS CONTACTOS DE HOTMAIL.


GENOCIDIO POR EL GOBIERNO PERUANO

GENOCIDIO POR EL GOBIERNO PERUANO
GENOCIDIO EN BAGUA:I --- LLAMANOS A LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL ..por: CAROLINA LOAYZA RAMOS